jueves, 6 de mayo de 2010

Pájaros de papel(Revisión crítica)

Es una película que muestra muy claramente la situación que vivió una parte muy particular de España: la cara artística.
Es muy triste que tantísimas personas, sobre todo los artístas, se vieran limitados a la hora de publicar o actuar obras de arte por culpa de la censura. Ningún tipo de privación de la libertad debe ser apoyado por nadie.

Tambien refleja muy bien la situación de presión a la que estaban sometidos los homosexuales, muchas mujeres, o incluso los amigos de personas que tenían antecedentes políticos. Asesinatos e injusticias estaban a la orden del día en estos años de posguerra, y Amilio Aragón lo ha plasmado a la perfección.

La "vena artística" siempre ha estado en el punto de mira: Por ideas, por miedo a publicación de ciertas ideas, por la influencia que pueda tener en la población... etc.

Sinceramente, merece la pena verla, pero siempre con un mínimo de información sobre la situación de la época.

Pájaros de Papel(Trama)

La película comienza con una familia española durante la guerra civil. El protagonista es artista en una compañía y pierde a su familia durante un bombardeo.
Tras años desaparecido, vuelve a Madrid y se reencuentra con su mejor amigo y con un niño que ha acogido que le recuerda a su hijo, formando de nuevo una compañía artística junto a otros personajes que les permite ganar el dinero suficiente para comer.

Con una gran vigilancia de la guardia civil, comienzan a dar giras con numerosas advertencias por parte de ésta, e incluso es enviado un infiltrado para vigilar de cerca a dicha compañía, que va teniendo cada vez más importancia y fama.

Finalmente, llega a los oídos de Franco la existencia de la compañía y se organiza una actuación para él, a pesar de las numerosas advertencias por parte del guarcia civil infiltrado, que teme por la vida del jefe de estado. Dado que no hacían efecto sus consejos a sus superiores, decide avisar él mismo para evitar un atentado y descubre que su superior es un aliado de los comunistas de la compañía. La operación que habían organizado los llamados Rojos no se pudo realizar y el protagonista, su amigo y el niño se van al exilio, aunque no sale del todo bien, ya que cuando Imanol está apunto de subirse al tren ya en marcha recibe un disparo y es avatido.

La película termina con el niño, ya anciano, contando su historia tras recibir un premio artístico y cantando una canción con doble sentido que cantaba el protagonista, al que llegó a llamar papá: "No se puede vivir con un Franco"